Xochimilco, conocido por sus tradicionales trajineras y sus coloridos paisajes, se transforma durante la temporada navideña en el escenario perfecto para vivir una experiencia única: La Ruta de la Nochebuena.
Este recorrido combina tradición, naturaleza y cultura, ofreciendo una perspectiva mágica de las festividades en la Ciudad de México.
El recorrido comienza temprano, a las 5 de la mañana, para aprovechar uno de los espectáculos más impresionantes: el amanecer entre el Popocatépetl y el iztaccíhuatl en la parada “Chinampa del sol” A bordo de una trajinera, nosotros navegamos por los canales envueltos en la mística niebla matutina, mientras disfrutamos de un cálido ponche de frutas preparado con manzana, tamarindo, ciruela pasa y piloncillo.
Después de recibir el amanecer, nos esperaba un desayuno delicioso preparado al momento en la cocina flotante. Chilaquiles, café caliente y ponche para despertarnos bien, calentarnos y seguir el recorrido.
Consejo: Lleva varias capas de ropa abrigadora, ya que el frío puede ser intenso en estas horas.
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La Ruta de la Nochebuena es una celebración que captura el espíritu de las posadas tradicionales. Durante el trayecto, se explican las costumbres que incluyen cánticos, luces, piñatas y, por supuesto, deliciosos platillos típicos como romeritos, bacalao y ensalada de manzana.
Momento especial: La oportunidad de participar en la emblemática tradición de romper la piñata, un detalle que encanta tanto a niños como a adultos.
El recorrido incluye una visita a uno de los invernaderos donde se cultivan las icónicas flores de Nochebuena, símbolo indiscutible de la Navidad mexicana.
Lo que aprenderás:
Dato curioso: Lo que comúnmente se piensa que son las flores de la Nochebuena son en realidad hojas. La flor verdadera es un pequeño botón verde en el centro.
Otro punto destacado de la ruta es la visita al ajolotario. Este espacio está dedicado a la conservación del ajolote, un anfibio endémico de Xochimilco que está en peligro de extinción.
Lo que descubrirás:
La Ruta de la Nochebuena en Xochimilco es mucho más que un recorrido turístico; es una ventana al alma de las tradiciones mexicanas, un recordatorio de la importancia de conservar la riqueza cultural y natural de esta región. Vive esta experiencia y llévate un pedacito de la magia navideña en tu corazón.
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